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Huertas y Semillas Bendiciones de Figueira a favor de toda la vida

Categoría: Agricultura sustentable

Dicen los especialistas que, para obtener alimentos saludables, no basta con sembrar de manera orgánica. El suelo cultivado debe estar vivo, con sus mecanismos naturales funcionando en equilibrio. Así, las verduras y legumbres que llegan a nuestra mesa estarán plenas de esa vida que cada dia es renovada por la Madre Naturaleza.

En la Comunidad-Luz Figueira, afiliada a la Fraternidade - Federación Humanitaria (FFHl), cuidado de la tierra es la base de la horticultura que se implementa en cuatro localidades de la comunidad: en F2, en Tierras del Sol, en Tierras de la Hermandad y en Núcleo Corazón Sagrado.

En cada una de esas áreas, el suelo tiene sus características propias y el mismo principio de vitalización a través de técnicas de manejo sostenible que tienen como objetivo mejorar la calidad de la tierra (a menudo agotada por viejas prácticas de monocultivo y uso de agroquímicos). Por ejemplo, la sencilla y eficaz técnica del abono verde, que se elabora a partir de semillas específicas que nutren y airean el suelo. ¿Cómo funciona eso en la práctica?

Sementes - José Trigueirinho

La ayuda de las semillas: acción en la preparación de la base para la plantación y mantenimiento de las huertas

Dos veces por año - en otoño y primavera - el Sector Cultivos y Semillas pone en marcha ese método del abono -verde, que consiste en sembrar semillas que, al germinar, producirán plantas que fijan nitrógeno, son ricas en proteínas y producen una masa verde para cubrir el suelo.

Esos tipos de semillas, además de revitalizar la tierra, se transforman en plantas ornamentales y protectoras de las especies ya existentes.

¿Cómo hacer?

Elige un solo tipo de semilla o mézclalas en un “cóctel de la amistad”. Lánzalas al suelo de manera aleatoria, cubriendolas con una fina camada de tierra, o sembrar en surcos (estrechos y largos) paralelos y ordenados entre los que se plantan las hortalizas. Al final del ciclo vegetativo, el Sector de Siembra recolecta las semillas para la próxima temporada, mientras que las plantas-madres se dejan en el suelo como una excelente cobertura para mantener la humedad y nutrientes.

Para la primavera: frijol, cáñamo, guandú, mijo, trigo sarraceno o alforfón (atraen insectos polinizadores), etc. Para el otoño: el rábano forrajero pivotante, la arveja, la avena negra, el raigrás, etc.

ATENCIÓN: 

No aptos para el consumo humano y animal: haba y cáñamo sunn.
Apto para consumo animal: arveja, ballica, avena negra, nabo, mijo.
Apto para el consumo humano: guandú, trigo sarraceno (alforfón), mijo

 

El tiempo de siembra

Tierra cuidada, es hora de plantar las hortalizas mediante plantación directa o trasplantando plantulas que se sembraron en bandejas u otros recipientes. Con el fin de prolongar los ciclos de producción, el Sector de Siembra y Semillas suele utilizar ambos sistemas simultáneamente.

Por ejemplo: la remolacha, los nabos y los rábanos se siembran directamente en el suelo y también se trasplantan de los contenedores en los que nacieron, en semilleros. Así, explica Frei Renatto, coordinador del sector, un suministro de estos alimentos está mejor distribuido durante todo el año.
Mientras la plántula se transforma en el alimento deseado, las semillas de la misma planta inician su ciclo desde un estado anterior y, más adelante, alcanzarán también su ápice como frutos de la tierra ya formados.

Cultivos intercalados y rotación de cultivos

Otra técnica de manejo muy utilizada en los huertos comunitarios es el cultivo intercalado entre plantas, ya que el compañerismo entre plantas es como entre personas donde la unión hace la fuerza.

“Dentro de la sabiduría de la Naturaleza, existen especies de plantas con amplias funciones, ya sea estimulando el desarrollo mutuo, la protección o la acción directa en la vida del suelo”, explica Frei Renatto.  Así, el principio de consorcio entre plantas se aplica en el día a día del Sector de Siembra y Semillas que, a través de la observación, estudia y registra esta relación para conocer un poco más sobre sus interacciones.

Y como complemento fundamental a la práctica de los cultivos intercalados, los huertos comunitarios se someten constantemente al procedimiento de rotación de cultivos para que la tierra se regenere y restaure permanentemente, incluso a través de plantas espontáneas. “Esta práctica ayuda a que las plantas se mantengan vigorosas a través de la renovación natural, que las mismas plantas se llevan a los canteros y a los lugares donde son plantadas de forma ordenada y organizada”, agrega Frei Renatto.

El riego de Dios, el riego del hombre y las prácticas agroforestales

Estos huertos y los alimentos que producen se nutren especialmente del agua que cae del cielo (lluvia), don de Dios, y del riego que se hace con agua pura de los manantiales que mantiene la comunidad.

El cuidado constante de estas fuentes de agua y sus áreas de recarga (cimas de cerro) se atribuye a las prácticas agroforestales realizadas en todas las áreas de siembra y reforestación. Con minucioso cuidado se observa qué árboles son los más adecuados para proteger el suelo y entorno de los manantiales, así como su época de plantación, estratificación, tamaño, longevidad, utilidad y bienestar dentro de los sistemas en los que fueron introducidos. Estas especies de árboles también contribuyen a mantener la humedad del aire y del suelo, evitando gastos excesivos y muchas veces innecesarios con el riego mecánico.

Podemos decir que el contacto tierra/semillas/plantas/agua/ser humano da como resultado de una cosecha de alimentos que nutre no sólo el cuerpo, sino también el alma de todos los que viven en la comunidad y de los que se acercan a ella para colaborar.

Donación de alimentos: Compartiendo los bienes de la naturaleza

Para que un mayor número de personas tenga acceso a los dones que recibe la Comunidad-Luz a través de estos sistemas de siembra y sus alimentos frescos, cada semana la cosecha matutina que se realiza en las huertas de F2 y Terras do Sol se comparte con familias  carenciadas de Carmo da Cachoeira, un pequeño pueblo en el sur de Minas Gerais donde se encuentran todas las áreas de la Comunidad-Luz Figueira.

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